Fueron engañadas
Dos presuntos proxenetas detenidos y una mujer liberada en un club de Valladolid
Las víctimas debían prostituirse los siete días de la semana, de cinco de la tarde a cuatro de la madrugada, videovigiladas e incluso enfermas, y con restricciones de comida si incumplían alguna norma.
Dos hombres han sido detenidos en Valladolid por presuntamente prostituir a mujeres en un club de alterne en esa provincia, donde se ha liberado a una de las víctimas. Allí debían prostituirse los siete días de la semana, de cinco de la tarde a cuatro de la madrugada, videovigiladas e incluso enfermas, y con restricciones de comida si incumplían alguna norma.
En un comunicado, la Policía Nacional ha detallado este viernes que los dos hombres han sido detenidos como presuntos autores de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y delito contra los derechos de los trabajadores. Las mujeres no podían rechazar a ningún cliente, tenían que vestir ropa sexy para trabajar y captar clientes en la sala y si incumplían el horario o salían del club en horario de trabajo se les ponía una multa.
La investigación se inició el pasado marzo, cuando agentes de Policía Nacional detectaron e identificaron a dos víctimas de explotación sexual. Una de las víctimas, de origen sudamericano, relató que fue captada y engañada por sus explotadores en un país de la Unión Europea donde residía junto a su hija menor, mediante la falsa promesa de un puesto de trabajo como ayudante de cocina en un restaurante de la provincia de Valladolid.
Uno de los explotadores se trasladó a recogerla al país donde residía para llevarla al "restaurante", aunque el verdadero propósito de su viaje era ser explotada y obligada a ejercer la prostitución en un club de alterne. Las mismas fuentes han precisado que las víctimas se encontraban en situación de necesidad y vulnerabilidad, carecían de recursos económicos, por lo que fueron seducidas por la falsa promesa de un empleo, con el ánimo de poder prosperar en España.
En el final del viaje sus explotadores le informaron que ese lugar no era un restaurante sino un club donde tendría que ejercer la prostitución bajo las condiciones impuestas por los proxenetas. Las tarifas que tenían que cobrar por los servicios de prostitución también eran establecidas por los proxenetas, con un control absoluto sobre las mujeres en el club, a través de un sistema de videovigilancia que monitorizaban desde sus teléfonos móviles.
Además, las mujeres eran aleccionadas sobre lo que tenían que decir en caso de inspección por parte de la Policía. Cuando una de las víctimas no soportó más la situación y pretendió abandonar el club, "fue amenazada y coaccionada por sus proxenetas para que continuara asumiendo las condiciones impuestas bajo amenazas como denunciarla para ser deportada a su país y quitarle a su hija menor", han detallado las mismas fuentes.
A las mujeres víctimas identificadas, se les ha ofrecido y proporcionado todos los servicios y recursos disponibles de atención y protección especializados, en aras de garantizar su protección y seguridad. Los detenidos fueron puestos a disposición judicial, que ha decretado su libertad con cargos.