El caso de los dos profesores denunciados por ofrecer terapias de conversión sexual a niños en Valencia podría ir mucho más allá. Saúl Castro, presidente de la Asociación No Es Terapia, denuncia que los docentes, uno de los cuales ha sido despedidodel centro donde trabajaba, "se encargaban de captar a potenciales víctimas" y les proponían "eliminar su atracción o proyección hacia el mismo sexo".

Ambos profesores son colaboradores del mismo centro donde presuntamente practicaban las terapias. Se apoyaban en presuntos 'síntomas' expuestos en el libro que escribió uno de ellos, Óscar García, como 'conductas femeninas' de los niños, hipersensibilidad o rechazo a los deportes de equipo.

El autor llega incluso a justificar el acoso a los menores homosexuales, un caso que salpica a la cúpula eclesiástica valenciana: el encargado de presentar ese libro, Juan Andrés Taléns, posee un cargo de responsabilidad dentro del Arzobispado de València, concretamente el de secretario para la Defensa de la Vida del Arzobispado

Además, el prólogo lo escribió el propio obispo de Orihuela (Alicante), José Ignacio Munilla, que no ve inconveniente un libro que considera la homosexualidad un 'problema de maduración'.

Varias asociaciones ya han denunciado estos hechos y señalan además que la Conferencia Episcopal es conocedora de que hay quien promueve estas actividades desde hace años. "Todos los obispos de España conocen que existe este 'itinerario de esperanza' y que 'Es Posible Esperanza' pretendía implementarlo a través de los centros de orientación familiar", asegura Saúl Castro.

Hay sospechas de que estas prácticas pueden estar produciéndose en otros puntos del país. En España, las terapias de conversión sexual están prohibidas por ley desde 2023, aunque todavía no consta ninguna sanción por haberlas llevado a cabo.

Rafa Mir, tras quedar en libertad con cargos

Dos actas con diferentes versiones

Rafa Mir se defiende con el acta de la Policía Local de la noche de la presunta agresión sexual

La defensa de Rafa Mir defiende que el futbolista hizo caso a la joven cuando ella le pidió que parara, y ha pedido que declaren los agentes que atendieron a las víctimas la noche de la presunta agresión.