Miguel Alonzo Belza fue el abogado de Nagore, una víctima de un
asesinato machista en los Sanfermines de 2008. También letrado del turno de
oficio de violencia contra la mujer de Gipuzkoa. Pero acaba de ser condenado a siete años de prisión por maltratar a una expareja.
Según la sentencia, Alonso
Belza no aceptó el fin de su relación y a partir de abril de 2016 comenzó a
perseguirla, enviarle mensajes (hasta 44 en un día), controlar sus amistades y teléfono
móvil, a discutir con ella y en varias ocasiones, a agredirle.
En una ocasión, dicen
los jueces, queda probado que Miguel la levantó cogiéndola de las solapas de la
chaqueta y la lanzó contra la pared y luego contra la puerta del coche. Una de
esas discusiones fue grabada por la víctima. El juez lo admitió como prueba, pero
el abogado de Belza, Juan Román Zubillaga, pide su nulidad: "Si se está
condenando esencialmente en base a un vídeo, habrá que saber si ese vídeo ha
sido manipulado".
Para la defensa de Belza
los hechos están sobredimensionados, y creen que no hay pruebas para sostener
una condena tan elevada. El juez afirma que no pueden pasar por alto que se trata de
un reputado abogado especializado en la violencia sobre las mujeres, y sostiene
que merece el mayor de los reproches penales.
Según la sentencia, se
plantean si están ante una especie de Doctor Jeckyll y Mr. Hide, por cuanto
defendía en estrados a mujeres víctimas de maltrato con rigor, pero cuando se
quitaba la toga se transformaba en un maltratador.
Una afirmación que su
abogado ha calificado como falta de respeto: "Es categórico, hiriente y sonrojante, una
falta de respeto". La defensa de Miguel Alonso Belza ya ha anunciado que
recurrirá la condena.