Se desconocen las causas por las que el coche -un Land Rover Discovery automático del año 2010- se precipitó al pantano, pero el conductor del vehículo ha sido detenido por un presunto delito de homicidio imprudente. Él insiste en que paró en lo alto del embalse para hacer fotos y no recuerda si apagó el motor ni si activó el freno de mano; además, asegura ante un equipo de laSexta que se encuentra muy afectado por lo ocurrido en Alarcón.
A todo esto, alguien grababa la escena desde el otro lado del pantano. En el vídeo que acompaña a estas líneas se percibe claramente la secuencia de los hechos: un coche estacionado en el 'balcón' del embalse que empieza a moverse inesperadamente y una caída estrepitosa hasta el agua acompañada por los gritos de un hombre -el conductor- y una mujer -la copiloto del vehículo-.
Dos catalanes -hombre y mujer- de entre 50 y 60 años iban a bordo del vehículo. Se desconoce la relación que mantenían entre ambos, aunque él -el conductor- asegura que únicamente eran amigos. Ambos estaban de ruta por Cuenca cuando pararon a ver desde lo alto el embalse de Alarcón. Él conducía y ella ocupaba el asiento del copiloto. Él bajó a hacer fotos y ella se quedó dentro del vehículo. A partir de ahí, las imágenes hablan por sí solas. El coche se despeña en caída libre durante unos 100 metros hasta llegar al agua del embalse.
La Guardia Civil estuvo interrogando al hombre hasta las 5:30 horas de la madrugada de este jueves 9 de agosto. Él asegura que su intención era hacer fotos desde lo alto del pantano y que no recuerda si apagó el motor o si puso el freno de mano.
La versión del detenido por presunto homicidio imprudente apunta a la hipótesis del accidente pero la jueza ha decretado secreto de sumario sobre el caso tras la autopsia practicada sobre la mujer fallecida.
Forzada a alquilar su vientre
Le quitan el bebé a una mujer a la que le implantaron un embrión de otra pareja por error: Kyrstena 'tuvo' un bebé negro de un donante blanco
¿Qué pasó? Kyrstena Murray se sometió a un tratamiento de fertilidad con un donante anónimo, pero al dar a luz, el bebé era negro, cuando ella había pedido un donante blanco. Las pruebas de ADN revelaron la negligencia: la clínica le había implantado el embrión de otra pareja.