El dueño de la finca de Totalán se ha roto entre llantos contando el terrible suceso de la muerte del pequeño Julen.
"El día de los hechos cuando me encontraba preparando aquello advertí del peligro que había, pero el peligro que yo veía era que metieran un pie y se lo torcieran, pero jamás pensé que cabría un niño, no me lo voy a perdonar nunca", ha asegurado.
Señala que se compró el terreno recientemente: "Ese campo me lo compre hace cuatro meses para unos aguacates, para eso necesitaba agua y contacté con Antonio, un especialista en búsqueda de agua. Al mes vino al campo, me abrió un boquete de 100 metros y se fue dejando el boquete tal cual. Quería plantar los aguacates, maldita la hora".
David Serrano, asegura que la zanja no era para construir una vivienda sino un muro de contención: "Unos días después llamé a un amigo para que me retirara la arena que me dejó Antonio y aproveché e hice una pequeña zapata para un muro de contención y de ahí viene la excavación. Eso no era para una casa sino para hacer un muro de contención".
"El niño estaba jugando cuando escuché voces aterradoras, me acerqué y había ocurrido que el niño se había escurrido entre los dos bloques y había desaparecido. Desde ese día todo me da igual, la verdad lo que pase lo que no pase. Yo tengo una niña de dos años que estaba jugando con Julen y podría haber sido mi niña pequeñita. Eso es lo que no me voy a perdonar, que no vi ese peligro ahí", ha zandajo.
Antonio Flores, el abogado del dueño de la finca de Totalán donde se encontraba el pozo donde se encontró el cuerpo sin vida de Julen ha explicado que el pocero le dijo literalmente a su cliente que "lo tenía todo en regla".