"Al sacar la cabeza de la tienda ya vi a una persona que había fallecido, o me lo parecía a mí", cuenta Jaume, testigo del atentado de Barcelona. Refugió a las personas que pudo en su tienda 'Casa Beethoven': "Se agruparon más de 15 o 20 personas en la tienda, hice lo que haría todo el mundo, recogerlas y refugiarlas".

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Jaume cuenta que tuvieron que cerrar la puerta, por seguridad. "No sabíamos que pasaba exactamente", explica. "Durante tres o cuatro horas estuvimos encerrados, esperando noticias". El propietario señala que durante la espera la comunicación era escasa, aunque "había miradas de complicidad".

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Entre las personas que acogió en su tienda estaba un padre con sus dos niños. "El niño pequeño, de 11 años, llamaba a su madre y me di cuenta que faltaba alguien importante en su familia". Jaume explica como al cabo de las horas entró un policía y le dio un documento de identidad al padre.

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En ese momento, se dio cuenta de que su mujer había sido asesinada y llegó la desesperación de esta familia. "Mi inglés tampoco es el mejor del mundo, la única expresión que pudimos darle fue un beso y un abrazo", añade el propietario.