Con carteles y canciones, así resisten hoy los vecinos de Fraguas, en Guadalajara, ante la Audiencia Provincial. El Tribunal decide sobre su futuro, sobre el recurso presentado a la sentencia que les condena a ir a la cárcel por repoblar un pueblo que llevaba 50 años abandonado.
"La Junta ha planteado las cosas de tal manera que, o pagamos la demolición del pueblo, o entramos en prisión", señala Isaac Alcázar, portavoz del Colectivo Fraguas.
La junta de Comunidades de Castilla la Mancha les denunció porque tomaron un monte que ahora es terreno protegido. Y la Justicia les condenó a un año y seis meses de prisión y a pagar el coste de la demolición de este pueblo que reconstruyeron con sus propias manos.
El colectivo 'Fraguas Revive' ha levantado desde 2013 las casas, los campos y la vida en un lugar que el dictador Franco borró del mapa, echando a sus vecinos y utilizando el pueblo como campo de pruebas de explosivos del ejército.
Estos jóvenes han contado desde el principio con los mismos vecinos que tuvieron que abandonar el pueblo durante la dictadura. Dicen que les persiguen sólo por plantear un modelo diferente. "Esto no va de hacer paradores rurales ni de arreglar los lavadores, va de fijar la población", añade Isaac Alcázar.
Amenazan con ir hasta el Tribunal Supremo si la Audiencia no les da la razón porque Fraguas se merece, dicen, seguir vivo.