La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha anunciado hoy en el Congreso de los Diputados una medida que se lo pondrá muy difícil a los proxenetas. "La Ley de Libertades Sexuales recuperará la tercería locativa, es decir, acabará con la impunidad de los dueños de los prostíbulos y penará el proxenetismo en todas sus formas", ha explicado Montero.
La "tercería locativa", que penalizaba a los dueños de los prostíbulos, se eliminó en 1995 del Código Penal y en 2015 el delito de proxenitismo se restringía a explotación con coacción. Ahora, Igualdad y Justicia ultiman el anteproyecto de Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, conocida como la ley del "solo sí es sí".
Aunque el miedo, según las asociaciones, hace que pocas denuncien este abuso. "Es muy difícil reconocer desde dentro que se está siendo coaccionado", explica a laSexta Altamira Gonzalo, de la Asociación Mujeres Juristas 'Thenis'
Un problema que pueda acabar con el anteproyecto de la norma, considerada por el Gobierno como un paso de gigante para acabar con la prostitución ya que, en palabras de Montero, "no dejará impunes el trabajo de los proxenetas, que según la Fiscalía General del Estado se llevan más de cinco millones de euros al día, quedando totalmente impunes".
Tanto la Fiscalía General como las asociaciones de mujeres llevan reclamándolo años. Quieren que se sancione siempre el proxenetismo como manera de desincentivar la demanda de sexo de pago y que se sancione también a los prostituidores.