Los menores migrantes no tienen dónde dormir. Su única opción es ir a una comisaría. Algunos duermen tumbados en el suelo sin nada más que una colchoneta y otros sentados.
Todos esperan una solución a una situación que, según ha reconocido la ministra de Política Territorial, es de emergencia. "Somos conscientes de que desde hace ya hace bastantes meses hay problemas con los menores no acompañados, que han llegado muchísmos a Cataluña pero también a otras comunidades, a Andalucía principalmente", ha afirmado Meritxell Batet.
En el último año se han creado en Cataluña 2.000 plazas en 100 centros, pero solo en 2018 han llegado a esta comunidad 2.000 menores no acompañados, según DGAIA, quien asume la tutela de los niños. Esta cifra podría llegar a los 4.000 cuando acabe el año.
Javier Martos, director de UNICEF España ha señalado que los menores "van buscando el norte, en muchas ocasiones salir de España, ir a otros países".
Dos comisarías de Barcelona se han visto desbordadas por la llegada de menores que buscan refugio. Los Mossos han empezado a trasladarlos a los centros de acogida más próximos, pero muchos siguen saturados y los niños vuelven a las calles. DGAIA pide ayuda urgente al Gobierno.
En este sentido, Batet ha asegurado que "el Gobierno de España se compromete para que haya coordinación y cooperación entre todas las Comunidades Autónomas". La Generalitat, por su parte, califica la situación de "excepcional e insostenible".