Tras hacerse público el informe presentado por la defensa de David Serrano, dueño de la finca de Totalán donde murió Julen al caer por un pozo, en el que culpan a los rescatistas de la muerte del menor, Ángel García Vidal, el ingeniero jefe en el rescate, ha reaccionado.
Asegura que "eso pertenece al proceso judicial que se está llevando a cabo en el juzgado número 9 de Málaga y habrá que dejar trabajar a la justicia". Además apunta que están a "disposición de la justicia en cualquier momento".
En ese informe, la defensa alega que los diez impactos con la piqueta sobre el tapón de tierra en el pozo, que cifran en 15 centímetros de espesor, pudieron producir las heridas en la cabeza del menor pocas horas después del accidente. Según el escrito, cuando se extrajo la piqueta por última vez, se recogieron de su extremo ocho pelos del menor, lo que según el autor, refuerza su teoría.
Las declaraciones de Vidal las ha hecho en un acto celebrado en el Teatro de la Maestranza de Sevilla en el que se ha condecorado con la medalla de Andalucía a las personas que participaron en ese rescate. "Que el Parlamento, el Gobierno de Andalucía reconozca ese trabajo te produce satisfacción", ha señalado.
La versión de David Serrano, dueño de la finca de Totalán donde falleció el pequeño Julen al caer por un pozo de más de 100 metros de profundidad, se contradice con la inspección ocular que hizo la Guardia Civil al llegar al lugar, a la que ha accedido diario Sur, y que apunta a que no había rastro de bloques de hormigón cerca de la boca del túnel por donde cayó el menor.
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