Con la cara cubierta por un pasamontañas ha declarado a las puertas de la Audiencia de Barcelona que él no ha destrozado la vida de nadie: "Esto de destruir es una cosa que cuando una persona quiere sufrir y quiere seguir sufriendo es porque quiere".
E incluso se ha atrevido a dar consejos a sus víctimas: "Lo que tienes que hacer eso es, o seguir como víctima, o seguir sufriendo porque tú quieres. El problema lo tiene el que quiere vivir como victima, es un problema ya que no es mío, es una cuestión que ellos precisamente tienen que solucionar"
Aunque les ha pedido perdón, y ha asegurado que "lamenta muchísimo esta situación", aunque recalca que "evidentemente" va a pagar por ello.
Justifica su comportamiento diciendo que él también fue victima de abusos: "Yo he vivido en un infierno durante 17 años en un colegio internado, allí fui abusado no una, ni dos, ni tres, muchísimas veces a lo largo de 17 años"
Y cuenta también que vivía en una barraca de siete metros cuadrados y su padre era alcohólico; algo que nunca había mencionado cuando fue grabado por un exalmuno con cámara oculta.
"Yo le echo la culpa a una mierda de tratamiento (capilar) de tres o cuatro años que me ponía en la cabeza, tenía placenta humana y no sé si me rebotó", fue entonces su única excusa.
Las razones
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