Jeremy carga cada día con una mercancía que trata de vender cuando se lo permite una Policía, según él, mínimamente menos agresiva: "Ha cambiado un 'poquitito', pero te siguen persiguiendo como si fueras una cosa muy peligrosa. Estamos buscándonos la vida, no podemos quedarnos en casa sin trabajar".
Para comprobarlo, Jeremy ha dejado que laSexta le acompañe en su trabajo: hoy, en la Plaza Mayor. No ha pasado media hora cuando ha aparecido el primer coche patrulla. Como él, otros compañeros han recogido las mantas, aunque por poco tiempo. "De momento, esta es la dinámica: llega la Policía, despeja la zona, y ellos, como se puede observar, ya tienen su manta montada", relata el periodista Sergio Illescas.
La presión policial no cesa. laSexta ha intentado hablar con otro mantero, pero se ve obligado a huir por la presencia de los agentes. Otros jóvenes han tenido que desistir. dicen que a ellos sí les siguen persiguiendo.
"Un amigo (en una persecución) se cayó y se rompió el brazo también. Muy difícil", cuenta. Lo que más miedo les da, según han contado, son las motos por las persecuciones, aunque, en según qué casos, solo despejan. El Ayuntamietno de Madrid, a través de una instrucción, trata de que el control de los manteros sea menos violento y seguro para todas las partes.
"La Policía, como tal, persigue la venta ambulante ilegal. Lo que pasa es que no se está persiguiendo a delincuentes", ha apuntado Javier Barbero, concejal de Salud, Seguridad y Emergencias en Madrid.
Ellos responden. "En el problema de la manta hay que buscar una alternativa política. La gente quiere tener una vida digna, tener sus papeles y tener un trabajo; tener una oportunidad", ha señalado Malick Gueye, portavoz del Sindicato de Manteros. Por todo eso, y por el recuerdo de Mmame Mbaye, piensan protestar para que no los persigan y los escuchen.