Hasta 27 miembros de la alta sociedad andaluza guardan cuarentena tras acudir a una fiesta en Córdoba que tuvo como invitado al príncipe Joaquin de Bélgica. El joven, que se saltó la cuarentena que se impone a los extranjeros que vienen a España por el COVID-19, viajó en avión de Bélgica a Madrid y de Madrid a Córdoba en AVE y dio positivo en coronavirus dos días después de la fiesta.
La celebración contó con 30 invitados, cuando solo podían reunirse 15. Además, cinco de ellos eran de Sevilla que, tras la fiesta, regresaron a sus domicilios. La Policía investiga ahora al anfitrión, que podría ser sancionado con hasta 10.400 euros.
Rebrotes provocados por comportamientos irresponsables
Sin embargo, no es el único rebrote provocado por una fiesta en España. En Lleida se celebró esta semana un cumpleaños con 20 invitados estando el límite en diez y todos dieron positivo en coronavirus. En solo una semana, se han triplicado los casos en la provincia.
Además, en Ceuta, un infectado por el virus se saltó la cuarentena para asistir a otro cumpleaños. Los edificios donde se localizó el foco han sido precintados y el aumento de positivos ha obligado al gobierno ceutí a cerrar las playas. Y en Badajoz hay 18 personas sospechosas de haberse contagiado, donde el foco fue otro cumpleaños con demasiados invitados.
El Gobierno asegura que los brotes son controlados
Por su parte, el Gobierno recalca que son brotes controlados y localizados. En este sentido, Fernando Simón aseguró que "ya no hay casos incontrolados o casos generalizados en la población que preocupen".
También se han producido repuntes en Murcia (en Totana y en Archena), así como en Cuenca, en Leganés o en Tenerife tras un entierro multitudinario en la isla canaria. Aunque los rebrotes estén controlados, los virólogos insisten en la necesidad de no relajarnos en el cumplimiento de las medidas de seguridad.