Curados, semis, mezclas, azules, cortado en lonchas o rallados, hay mil formas de comer queso. El problema es que no todo el que compramos es estrictamente queso. La única forma de reconocerlo es mirando los ingredientes.
En el queso de verdad sólo encontraremos cuatro: leche, sal, fermentos y cuajo. "Si el queso lleva más ingredientes es para que sea más fácil que resista en el supermercado", explica Clara Díez, gerente de 'Queserías Cultivo'.
En el mercado podemos encontrar los 'rallados' o 'especial gratinar', en estos ni siquiera aparece la palabra queso y es porque el porcentaje es bajísimo. Está mezclado con mantequillas y almidones de patata y tapioca.
En el caso de algunos loncheados fundidos encontramos, además de mantequillas y almidones, conservantes, colorantes, aceite de girasol y algo de queso, en algunos no supera el 10% del total y en otros solo hay aroma.
"Hay cremas y quesos tipo tranchete que son preparados lácteos, parecen pero no son quesos", apunta Aitor Sánchez, dietista nutricionista.
El consumo de estos ingredientes no es malo para nuestra salud, pero sí para nuestro bolsillo: estamos comprando menos queso. Así que echen mano a la lista de ingredientes y coman queso, queso del de verdad.