Un grupo de pasajeros viajaba rumbo a Alemania; al menos, eso es lo que creían. Casi una hora después de despegar del aeropuerto de Londres, el vuelo BA3271 de British Airways estaba a punto de tomar tierra, pero algo no iba bien. Una de las pasajera se dio cuenta de que a la campiña alemana le habían crecido montañas de repente.
Fue la única que notó algo raro. El resto tuvo que esperar a que el avión tomase tierra. Fue entonces cuando el piloto les dio la bienvenida a Edimburgo y los pasajeros se echaron a reír: pensaban que era una broma, pero no lo era. ¿Cómo es posible que un avión se desviase 845 kilómetros de su ruta prevista?
"Ese plan de vuelo estaba autorizado y era totalmente legal y seguro, pero en algún momento lo traspapelaron", ha explicado Julen Achiaga, formador de pilotos. En este caso, los pilotos pensaban que estaban haciendo lo correcto. Según la aerolínea británica, el avión estaba operado por una compañía alemana, y ésta traspapeló el plan de vuelo, entregando uno del día anterior a los pilotos.
"El piloto se dirigió totalmente confundido a Escocia, y tranquilo además de que lo estaba haciendo bien porque la torre le daba vía libre", ha apuntado Achiaga. Los sobrecargos del avión, al ver las caras raras entre el pasaje, pidieron que levantasen la mano aquellos que quisiesen volar a Dusseldorf. La levantaron todos.
Tras cargar combustible el avión volvió a despegar. Esta vez, con la ruta correcta. En total llegaron, cinco horas más tarde de lo previsto. Pero mírenlo por el lado bueno: a cada pasajero le tendrán que compensar con al menos 250 euros por el retraso.