José Aldenizio, de 50 años, detuvo el tráfico en una carretera de Angra dos Reis (Brasil) para ayudar a cruzar a un oso perezoso y que no fuera atropellado. Lo cogió en brazos y, tras cruzar, lo dejo en un árbol.
El vídeo de la secuencia fue publicado en redes sociales por Gabrielle Araujo, la hija de 21 años del protagonista del rescate. Ella se ha mostrado orgullosa de su padre en una entrevista en Globo:
"Como estudiante de medicina veterinaria, me enorgullezco de mi padre y de su cuidado por los animales, y por poder mostrarle a la gente que los animales sensibles que transmiten sentimientos y emociones merecen todo nuestro respeto y derecho a la vida con dignidad".
Cuando José Aldenizio dejó al pequeño oso perezoso en el árbol, el animal le devolvió la gratitud con un saludo (levantó el brazo hacía su salvador) y una sonrisa. Todo un gesto de agradecimiento.