Cada vez que chateamos al volante, recorremos 550 metros sin prestar atención a la carretera durante los que no percibimos casi la mitad de las señales. Uno de cada tres conductores reconoce que lo hace; unas distracciones que ya provocan más accidentes que el alcohol.
Sabemos las consecuencias, pero seguimos y seguimos cogiendo el móvil al volante con el peligro que conlleva. El uso de dicho dispositivo ya es la principal causa de accidente por distracción: uno de cada tres conductores reconoce haber chateado en el último año.
Reconocen haber leído, escrito o telefoneado, y las excusas son variadas. Hay que cambiar el chip, porque tal y como explica Pere Navarro, director de la DGT, "puedes matar a alguien y tu vida quedar rota".
Cada vez que chateamos recorremos 550 metros sin control, dejamos de percibir el 40% de las señales y aumenta el riesgo de sufrir un accidente un 20%. Por eso esta campaña trata de concienciar y pide aumentar las sanciones. Ahora, la multa es de 200 euros y tres puntos.
Sólo el año pasado la Guardia civil interpuso 104.000 denuncias a conductores por usar el móvil conduciendo.