Una familia denunció públicamente a la Policía de Nicaragua por la muerte del joven Evans Taylor Joseph Williams, que se ahogó en una bahía del Caribe mientras pedía ayuda a dos agentes, que se limitaron a burlarse de la víctima.
La muerte de Joseph, el pasado día 11, despertó la indignación de muchos ciudadanos después de que se difundiera el vídeo en el que se ve cómo dejan que se ahogue. En dichas imágenes, se ve a los agentes impasibles ante el joven, que no deja de pedir ayuda. El único gesto que hace uno de ellos es simular darle un golpe en la cabeza.
"Pude ver a mi hijo (en el vídeo) en el momento en que pedía ayuda (...), y lo dejaron morir, no lo auxiliaron, ahora pido justicia", dijo la dre del joven, Ivett Joseph, en conferencia de prensa. Según la familia Joseph, conocido como 'Barrabás', el joven sabía nadar, y se lanzó al agua porque iba huyendo de los policías que le recién habían dado una paliza en un callejón sin salida cerca del muelle.
Los familiares también afirmaron que los policías impidieron que un hombre se lanzara al agua para realizar el rescate. En una nota de prensa de la Policía nicaragüense sobre el caso, informa que 'Barrabás', de 28 años, con antecedentes de "robo con violencia, hurto, estafa y amenazas con arma blanca", se lanzó al agua al ver a los agentes, y "lamentablemente falleció por ahogamiento".
"Él se ahogó porque los policías primeramente lo maltrataron, eso no lo vio el forense, le quebraron sus costillas, por eso fue que cuando él pedía ayuda sólo levantaba un brazo", afirmó la tía de Joseph, Suzett Quinn Joseph.
Los familiares afirmaron que Joseph, quien vendía chatarra para sobrevivir, tenía antecedentes por drogadicción, pero no por otros delitos, y se mostraron preocupados porque podría tratarse de un caso de "racismo".
Su familia ha interpuesto una denuncia
Un menor de 13 años, en el hospital tras recibir una paliza a la salida de un instituto de Granada
Un estudiante del mismo centro educativo le zancadilleó a las puertas del centro y comenzó a patearle. Fuera, continuó increpando al joven y golpeándole ante la mirada de las madres y de los padres que allí esperaban.