Dejó la televisión y las luces encendidas, su móvil encima de la mesa y el dinero y la documentación dentro de la casa: eso es todo lo que encontraron de Manuela Chavero tras su desaparición el 5 de julio de 2016.

La última vez que usó su WhatsApp fue a la 1:55 de la noche. Después, se sabe que salió con lo puesto y se subió al coche de un posible conocido en Monasterio, Badajoz.

Su hermana, Emilia Chavero, que ha sido uno de los pilares de su búsqueda durante tres años, ha asegurado en 'Espejo Público' que, a pesar de que su desaparición fue "una cosa muy bien hecha" y "muy difícil", está convencida de que se acabará dando con el culpable: "Creo que lo van a conseguir porque cuando un cuerpo como la UCO está dedicado a la investigación saben que lo van a conseguir",

"Qué infancia tan dura deben estar viviendo esos niños porque un loco o una loca haya quitado a su madre de en medio", ha apuntado respecto a sus sobrinos, los dos hijos que dejó Manuela, para quienes asegura no tener explicación: "A Adrián, de 17 años, le hablo de su madre y se pone a llorar".

Su hermana, Sofía, de nueve años, no ve a su madre desde los seis. "Lo que están viviendo esos niños es horroroso", repuntaba la hermana de Manuela, que asegura que si no hay más datos de la investigación es porque "lo quieren todo muy atado" y "no quieren un caso Marta del Castillo".

"Pienso que tienen a la persona, pero esa persona nunca va a decir dónde está ella, entonces es un caso sin resolver y eso no lo quiero ni yo, ni la UCO, ni España", ha concluido Emilia.