Dos policías de Estados Unidos irán a juicio por la brutal violencia en un interrogatorio, en el que incluso después de tirar al detenido al suelo, lo patean y le dan puñetazos.
Se enfrentan a diez años de cárcel por el uso de una fuerza claramente desmedida e injustificada, según el Jurado de Indiana, que ha decidido encausarles.