Una familia se encuentra el nicho familiar ocupado cuando iban a enterrar a sus padres en Sant Vicenç de Montalt, Barcelona. Cuando la funeraria acudió al camposanto de esta localidad de poco más de 9.000 habitantes se encontró que en el nicho había huesos.

La clave de este entuerto estaría en el cambio de gestión del cementerio. Antes de pasar a manos del Ayuntamiento, estaba regido por la Iglesia. Esta fue la responsable de vender el nicho a la familia, ya que constaba como vacío y así seguía apareciendo cuando el registro pasó al consistorio.

El Ayuntamiento quiere revisar ese registro, tal y como ha podido saber laSexta, y llamará a los vecinos para actualizar los datos. De resultar así, procederían a desalojar los huesos del nicho.