Los influencers, también llamados creadores de contenido, se han metido en nuestras redes sociales, aunque hasta ahora sin mucho control. Ante esta situación el Gobierno acaba de aprobar un decreto para regularizar su actividad. Eso sí, solo la de aquellos que cumplan con tres requisitos y en materia de publicidad, así como de contenido dirigido a menores.

De hecho, el documento contempla sanciones ante el incumplimiento de las normas de esos contenidos con que llegan a audiencias estratosféricas como las de Sabina Banzo. Sin embargo, el decreto establece unas condiciones para ser considerado influencer: contarcon más de un millón de seguidores, tener unos ingresos anuales que superen los 300.000 euros y haber al menos 24 vídeos al año.

Unos requisitos que Banzo critica, puesto que ella no llega a al millón de seguidores, pero asegura que cuenta con "una audiencia potencial mayor que la de cualquier medio de comunicación". En esta línea, hace un llamamiento a los legisladores para que cuenten con ellos como reales conocedores de lo que sucede en las plataformas.

"Como muchísimo afectara a unos 1.000 creadores de contenido", ha explicado a laSexta el formador y experto en marketing de influencia, José Pablo García Báez. De hecho, considera que las figuras con ese millón de seguirdores necesario para ser objeto de regulación no son solo influencers, "sino que también de 'celebrities'".

Por otro lado, las agencias que representan a estas figuras, también ven dificultades para regularizar la actividad. María Cordero, CEO de Twic Agency, asegura que "definir a un influencer, simplemente, por la facturación anual o por la cantidad de seguidores que tiene (...) se queda fuera de la realidad".