Marina Marroquí lo vivió en primera persona: "Yo sufrí violencia de género desde los 15 a los 19 años". Decidió contar su experiencia en 'Eso no es amor', un libro con el que intenta ayudar ahora a concienciar sobre la importancia de identificar la violencia machista.
"Es importante desmitificar el amor romántico y educar en un amor sano y real para que al final al día siguiente de la primera violencia, de esa primera bronca que anticipa lo que va a ser un maltratador, no tenga perdón posible", explica Marroquí.
Ahí es donde está el problema para muchas víctimas. Identifican el problema, pero no se atreven a denunciarlo. Según los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial, solo lo hicieron tres de cada 10 mujeres que fueron asesinadas entre 2016 y 2018.
"Eso significa que siete de cada 10 están viviendo ese infierno completamente solas, sin ningún tipo de ayuda, sin que se active un mecanismo", denuncia Marroquí.
Desde Fundación Mujeres advierten de esa falta de protección que sufren las víctimas que deciden dar el paso: "Podemos hablar de un fallo en los sistemas de protección entre 200 y 300 mujeres asesinadas", asegura Marisa Soleto, directora.
En muchos casos, la violencia estalla cuando una mujer supera los llamados "escenarios del miedo": cuando decide dejar la relación, plantear un divorcio y, sobre todo, cuando denuncia.
"Lo que se encuentran en la Justicia es que cuando denuncian en medio de ese proceso, la Justicia no les cree y se les aplican circunstancias que producen resultados muy trágicos en algunas ocasiones. Son muchas mujeres que denuncian y salen del juzgado sin una orden de protección", explica Soleto.
Por eso, es fundamental, dicen, que las administraciones protejan a las mujeres que buscan, desesperadamente, sobrevivir a la violencia machista.
Una noche aguantando el aliento
Horas de pánico y mucha agua en Benamargosa donde el barro llega hasta el altar de la Iglesia
En Vélez-Málaga la corriente también se ha abierto paso entre sus calles. Allí ha habido zonas en las que los vecinos se quedaron atrapados, ya que "de buenas a primeras entró el agua para dentro".