En España el número de nacimientos continúa cayendo. En el primer semestre de 2019 se han registrado poco más de 170.000, la cifra más baja desde 1941, que es el primer año en el que hay datos. Esta cifra supone también un 6,2% menos de los que nacieron un año antes.
Además, en la última década los nacimientos han caído un 25%, según datos del INE. El problema de la natalidad afecta a toda España, a excepción de La Rioja, dónde ha aumentado un 5,9% de enero a junio.
Una población cada vez más vieja
En España solo el 15,7 % de la población tiene menos de 16 años mientras que el 19,3 %, es decir, casi uno de cada cuatro habitantes, es mayor de 65 años.
El deterioro demográfico que sufre España se agravó poco después de 2008, cuando comenzó la crisis económica que hizo que gran parte de los inmigrantes, en su mayoría una población joven con una tasa de natalidad superior a la española, regresase a sus países de origen o emigrasen a otras zonas en búsqueda de mejores oportunidades.
Y las consecuencias son evidentes: menos nacimientos y una población que cada vez es más vieja porque la esperanza de vida aumenta año a año (ya supera los 83 años).
Más defunciones que nacimientos
De enero a junio de 2019 han muerto 215.478 personas (un 5,4 % menos que hace un año antes). Esto genera un saldo vegetativo negativo (diferencia entre nacimientos y defunciones) de 45.404 personas, una cifra que consolida la caída iniciada en 2015.
Pese a estas cifras, 2018 fue el tercer año consecutivo de aumento de la población lo que se explica porque pese al descenso del número de españoles, el de extranjeros que se empadronan en España sigue en aumento.