Comemos poca fruta. Cada vez menos. En diez años hemos reducido su consumo un 25%. Hay varias causas, pero la principal es que está más cara que nunca. Los expertos insisten en que la fruta debe ser prioritaria en nuestra dieta: aporta fibra y evita enfermedades.

El hábito de comer fruta cada vez lo vemos menos por un motivo de peso: comprar fruta y sobre todo comerla ya no es lo que era. En diez años hemos pasado de consumir más de 100 kilos de fruta a poco más de 75. Un mes cualquiera de hace una década comprábamos ocho kilos y medio cuando en el 2024 solo podemos comprar menos de dos kilogramos con el mismo presupuesto. En nuestras casas los fruteros, se ven un poco más vacíos.

"En mi consulta, el 90% de los pacientes refiere que no está comiendo ninguna pieza de fruta al día o una. Lo achacan a un problema de tiempo y de dinero", ha explicado para laSexta Violeta Ramírez, médico y coordinadora del grupo de Nutrición y Alimentación de la semFYC.

Destinamos casi el 10% de nuestro presupuesto medio en comida a la fruta, son unos 160 euros al año. De hecho, no solo afecta a los consumidores sino que también a los vendedores.

Así lo explica Ana Carmen Ibarguren, trabajadora de Frutería Bizarrak, que indica que si fuera más económico el precio de la fruta vendería el doble: "La gente en el momento que la fruta pasa de una cantidad de dinero pasa de comprarla. Si esa cereza en vez de ese precio estuviese a 3,5 euros en vez de vender cuatro cajas vendería ocho".

Pero no hemos dejado de comer toda la fruta por igual porque hay algunas que siguen siendo nuestra debilidad. Albaricoques, paraguayos, melocotón, melón y sandía. Es lo que se vende todos los días al precio que cueste y la gente que le gusta lo paga.

Ellas son la excepción porque el consumo de frutas exóticas es de lo poco que aumenta en el ultimo año subiendo hasta los 18 kilogramos por persona. Los beneficios son claros. Así que ya saben, no se olviden de comer sus 5 piezas diarias.