Mucho ojo con algunos huéspedes de hoteles de lujo. Parecen inofensivos, pero pueden ser capaces de desvalijar una habitación. Lo de llevarse algún recuerdo de un hotel, sin preguntar, es algo que no les cuesta reconocer a muchas personas. Prueba de ello son los testimonios recogidos por un equipo de laSexta que ha salido a la calle para saber cuáles son los objetos más robados de los hoteles.
Gel, champú, toallas, bolígrafos o un albornoz son algunos de los objetos más codiciados, según han confesado a esta cadena numerosas personas que no han podido resistir la tentación de llevarse algo de recuerdo. Incluso, una joven nos ha asegurado que se acababa de "llevar una vela", por lo que esperaba que el hotel en el que se hospedaba "no vea este reportaje".
Un estudio realizado por una guía Wellness Heaven en 1.300 hoteles de lujo ha desvelado lo que más roban los clientes. En el número uno, un clásico ya mencionado: las toallas. Ocurre en el 80% de los hoteles. En segundo lugar, las almohadas; en el tercer puesto, las pilas de los mandos a distancia o de los relojes. Pero hay ladrones y robos que van más allá.
En el 11% de todos estos hoteles se han llegado a sustraer máquinas de café, y en el 8,9% televisores -algo para lo que seguramente necesitarán una buena maleta-. Y cosas aún más sorprendentes incluso. En el Hotel Colón Centro de Granada, su director, Francisco Abril, tiene compañeros en otros establecimientos que se toparon con esta historia: "Pararon a unos clientes que se llevaban el bidé. Iban a montarse en el autobús y alguien los vio y le dijo: 'Mire usted, que eso no está incluido en el precio'".
Las preferencias de robo, según el mismo estudio, también va por países. Los holandeses parecen sentir debilidad por lo más básico: el papel higiénico y las bombillas; los suizos, por los secadores de pelo; los italianos, por las copas de vino. En cambio, son los franceses son los que más 'atención' prestan a las televisiones.