La Comisión Europea ha confirmado este jueves que una docena de países miembros del bloque comunitario, entre ellos España, están interesados en encontrar una solución para la situación del buque 'Diciotti' de la Guardia costera italiana, el cual se encuentra desde el lunes por la noche atracado en el puerto de Catania, en Sicilia, con 177 migrantes a bordo a la espera de que se produzca el desembarco.
Si bien hasta el momento ningún país se ha comprometido públicamente a acoger a los migrantes, Bruselas ha asegurado que este viernes tendrá lugar una reunión de trabajo para buscar una vía de salida a la situación por parte de representantes de los gobiernos de al menos 12 Estados miembros (España, Italia, Francia, Alemania, Malta, Luxemburgo, Grecia, Países Bajos, Bélgica, Austria, Portugal e Irlanda).
"Hemos estado y estamos en contacto con los Estados miembros que hasta ahora han participado en los acuerdos" anteriores para el reparto de inmigrantes rescatados en aguas del Mediterráneo por barcos de países europeos, ha dicho la portavoz de Migración de la Comisión, Tove Ernst, quien ha reconocido que la mera participación en la reunión no supone que todos estos países vayan a acoger a una parte de las personas a bordo del 'Diciotti'.
Asimismo, la Comisión ha recordado que su labor es de "coordinación" entre Estados miembros tras el requerimiento de las autoridades italianas el pasado domingo, pero son los gobiernos los que deben decidir en última instancia el reparto de los inmigrantes, a la vez que ha vuelto a llamar a la necesidad de encontrar "soluciones europeas duraderas" para hacer frente a la gestión de la migración y el asilo en la UE.
"Seguimos llevando a cabo estos contactos y esperamos que estas personas puedan ser desembarcadas tan pronto como sea posible", ha dicho la portavoz comunitaria, tras insistir en que se trata de un "imperativo humanitario". "Estamos hablando de personas", ha concluido.
La embarcación, que rescató a los inmigrantes en la zona de búsqueda de Malta, ha protagonizado un nuevo episodio de rechazo a la llegada de rescatados a Italia por parte del nuevo Gobierno de coalición, ante la negativa del ministro del Interior, Matteo Salvini, de permitir el desembarco de los migrantes en el puerto de Catania.
Salvini se niega a dar la orden hasta no tener cerrado un acuerdo para su redistribución a otros países europeos, tal y como ha ocurrido en varias ocasiones en las últimas semanas con los rescatados por ONG, por ejemplo en el caso del 'Aquarius'.