Las diez monjas cismáticas del Convento de Belorado tienen que abandonar el recinto. Así lo ha comunicado en rueda de prensa el arzobispo de Burgos, Mario Iceta. Durante su intervención ante los medios de comunicación, Iceta ha asegurado este lunes que darán margen a las hermanas, pero que tiene que ser un tiempo prudencial. Si las monjas se niegan se tomarán medidas legales. Asimismo, Iceta ha aclarado que la comunidad monástica de Belorado no desaparecerá e invita a las religiosas a que reflexionen.

De esta manera, es posible que las monjas pasen de la excomunión al desahucio. Se les ha informado que no pertenecen a la comunidad monástica, que se les enviará una comunicación por escrito. Este burofax, entonces, busca aclarar la situación en la que ya no forman parte del monasterio porque han renunciado a la Iglesia, pero que sin embargo esto no significa que desaparezca la comunidad monástica en Belorado ya que hay otras ocho monjas que pertenecen al monasterio.

Así las religiosas deberán abandonar las instalaciones donde se han encerrado. De no producirse una salida voluntaria en fechas próximas, los servicios jurídicos no tendrán más remedio que iniciar las acciones legales a las que haya lugar: "Las esperamos y rezamos por ellas, pero la legalidad es la legalidad y eso nos atañe a todos", ha asegurado Iceta.

De hecho, el arzobispo ha explicado que "uno se marcha pero la iglesia siempre las espera" ya que en ella "no hay nada irreversible". Así, Iceta les ha transmitido que "la iglesia desea su regreso, reza por su regreso y las espera con los brazos abiertos", a pesar de que lo tienen bloqueado en Instagram. Y no solo a las monjas si no que Iceta ha asegurado que "sigue rezando un rosario cada día por Pablo de Rojas y José Ceacero.