La propia familia fue la que le inyectó adrenalina antes de avisar al servicio de urgencias sanitarias 061. Cuando llegaron los servicios de urgencias -que se habían desplazado en una ambulancia asistencial, una UVI móvil y un helicóptero- no pudieron hacer nada por salvar su vida pese a las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
El pasado día 14 de julio falleció en Viveiro (Lugo) un hombre tras recibir la picadura de una avispa autóctona y unos días después falleció en O Porriño (Pontevedra) otra persona tras la picadura de una avispa, en este caso, velutina. Ambos, al igual que el fallecido, eran alérgicos a este insecto.