La noche de la accidente, Jesús era el único enfermero. Él y diez auxiliares estaban a cargo de 343 residentes cuando se encontró con la terrible imagen de Cecilia. "La pierna había sido atrapada por la barandilla de protección que llevan esas cama", relata el empleado. Estaba casi amputada. Por ello, Jesús denuncia la falta de personal: "No se pide el cielo. Se pide que si el número de residentes es tan alto, el número de trabajadores sea acorde en noche, mañana y tarde".
Desde la Comunidad de Madrid desvinculan la tragedia a la falta de personal. "Los informes coinciden en que ha sido un accidente totalmente fortuito y, en el caso de esa residencia, ese día concreto de los hechos, los ratios estaban con lo que marca la legalidad", ha señalado Ángel Garrido, consejero de Presidencia y portavoz de la Comunidad de Madrid.
Pero lo cierto es que lo profesionales han señalado que los residentes cada vez son menos independendientes y que habría que actualizar esas ratios obsoletas. La hija de Cecilia se enteró de lo ocurrido a través de la denuncia de Jesús: "Que se había ido a levantar y se había caído, que había sido tan gordo que habían tenido que ir los bomberos. Por lo menos me hubiese gustado saber esto de forma oficial", ha señalado Edurne, hija de la víctima. Denuncia que nadie del centro se ha puesto en contacto con ella.