Dar trabajo a refugiados ucranianos y cubrir la falta de personal del sector turístico en España es el objetivo de los cursos formativos que oferta la Generalitat Valenciana. Una de sus alumnas es Inna, de profesión médica, quien lleva en España con su hijo y su madre desde que comenzó la guerra.
Inna cuenta a las cámaras de laSexta que fueron desde Kiev hasta Rumanía para huir de la guerra, hasta que finalmente consiguieron llegar a la casa de su hermana, en Valencia. Ella es una de las diez mujeres que cursan el programa formativo de la Comunitat Valenciana para encontrar un empleo. La mujer expresa que está "muy agradecida" de poder participar en este curso para poder desarrollarse en otro ámbito y tener más opciones laborales.
Se trata de un curso que les da las herramientas básicas para trabajar en el sector turístico. Francisco Juan Martínez, director del Centro de Turismo en Benidorm, explica que esta primera edición se imparte "un curso de manipulación de alimentos básico, que se vincula con otro tipo de acciones vinculadas a cocina y servicios", entre otros.
Se trata de perfiles muy variados, entre los que se encuentran refugiados con una alta cualificación. Por su parte, el traductor de esta formación, que llegó a España hace nueve años, desde el minuto uno se ha volcado con sus compatriotas. "Desde que empezó la guerra, he dedicado todo mi tiempo al voluntariado", señala.
Y en un Benidorm con datos de ocupación que no se veían desde antes de la pandemia, el sector necesita más personal. Así lo confirma Alex Fratini, de la Asociación Bares y Restaurantes de Benidorm. "En nuestro sector vamos a contratar a 1.500 personas, pero hacen falta 1.000 más", asegura.
Se trata de una iniciativa que tiende un puente entre las necesidades de los refugiados y también de las empresas del sector turístico.
Arrestado en Murcia
Detenido el asesino de Talavera, uno de los diez fugitivos más buscados por la Policía
Estaba acusado de un asesinato cometido en 2009 en Talavera de la Reina (Toledo). Tenía pendiente cumplir una condena de 15 años. Se ocultaba junto a su mujer entre grandes medidas de contravigilancia.