Los testimonios de los familiares de las víctimas de Joan Vila, el celador de Olot,  aseguran que los ancianos pedían ayuda después de que les envenenase a escondidas.

Los familiares han dado su testimonio este lunes en el juicio contra Joan Vila, en el cual han lamentado haber confiado en él.

Ana, una de las familiares, asegura que el celador les decía a los ancianos palabras tranquilizadoras mientras agonizaban, incluso estaba al lado de ello acariciándoles mientras morían presuntamente por envenenamiento.

Las marcas por la lejía que el celador les obligó a beber a los ancianos hasta morir les dejó unas marcas en el rostro que ni siquiera pudieron maquillar en la funeraria.