El colectivo feminista 'Mujeres Creando' ha protestado arrojando varios recipientes con pintura roja en la fachada de la Casa Grande del Pueblo, sede del Ejecutivo de Bolivia en La Paz, en repudio a las políticas gubernamentales relacionadas a la violencia de género.
La acción tomó por sorpresa a los custodios del edificio estatal y dejó por varios minutos unas manchas rojas dispersas en uno de los muros laterales y otro tanto de pintura fresca en plena vía pública.
"Es una acción no violenta y democrática, no somos delincuentes", aseguró la reconocida activista boliviana María Galindo al momento de ser detenida por la Policía junto a otras mujeres. La activista explicó que la pintura roja representa a las mujeres "muertas por feminicidio y la impunidad del feminicidio".
Galindo cuestionó que la ley orientada a proteger a las mujeres bolivianas de la violencia machista no se cumpla porque, a su juicio, "no se han creado los juzgados que la ley prevé" y acusó a la Policía, que administra una oficina en contra la violencia a las mujeres, de actuar de forma "machista".
Las imágenes difundidas en la cuenta de Galindo la muestran reducida en el piso con un oficial de policía sobre ella y al lado del muro embadurnado de pintura roja, mientras que las activistas que la acompañaban eran arrinconadas hacia una de las paredes de la calle.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, había anunciado la constitución de un "gabinete especial" para tratar los casos de violencia contra las mujeres y la niñez que dijo conducirá personalmente, tras reconocer que las leyes relacionadas con el problema no se aplican.
"El presidente ha hecho una promesa vacía y ha hecho una promesa falsa", aseguró Galindo que también recordó a gritos que no hay presupuesto para atender esos casos y que las víctimas de violencia deben pagar los trámites cuando recurren a la justicia. "No somos un juguete electoral", aseguraron la mujeres que protestaron al considerar que el anuncio gubernamental está vinculado a la época electoral que vive el país.
Después del incidente el grupo de activistas fueron arrestadas por unas horas por la Policía, mientras otros funcionarios se dedicaron a limpiar de inmediato los rastros de pintura en una de las paredes del inmueble.