Los temores de los inquilinos no hacen más que aumentar ahora que saben que sus pisos sociales, en manos de un fondo buitre, salen a bolsa. Su desahucio es inminente y la única solución que les da la empresa municipal de la vivienda es irse a otro piso mucho más caro.

Elisa de la Calle, una de las muchas inquilinas afectadas, dice que "Fidere y Blackstone quieren vaciar los pisos para luego alquilarlos a un precio más elevado".

Desde la plataforma de afectados por la vivienda pública de Madrid afirman que "la EMV y el IVIMA especulan con vidas y derechos para así engordar las arcas de fondos buitre".

La exalcaldesa de la Comunidad de Madrid, Ana Botella, daba la bienvenida a los nuevos inquilinos defendiendo la vivienda pública como "un escenario de calidad sostenible e innovadora".
Pero años después poco queda de aquello. Esas viviendas fueron vendidas por Botella a un fondo buitre, Blackstone, que ahora da un paso más y con la sociedad FIDERE se lanza a la bolsa.