Gran paso de Francia en la lucha contra el acoso sexual y sexista. Algo tan normalizado en nuestra sociedad como los mal denominados 'piropos' a las mujeres en la calle podría ser multado con entre 90 y 750 euros en el país galo. Y hasta 3.000 euros si el acosador es reincidente.
Es una de las medidas del proyecto de ley de Macron con el que se pretende penalizar el acoso sexual callejero o en el transporte público. "La palabra 'piropo' es una forma de disfrazar el poder hablar del cuerpo de las mujeres cuando no lo han preguntado, probablemente. Nadie dice '¡inteligente!'. Opinamos de cuerpos femeninos, y no lo hacemos normalmente sobre el de los hombres", explica Delfina Mieville, socióloga y sexóloga experta en género y Derechos Humanos.
Un tipo de violencia que, según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, ha sufrido la mitad de las mujeres españolas mayores de 15 años. "También supone que te persigan hasta un determinado lugar o que sobrepasen un límite en la cercanía con la persona", incide Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas.
De esta forma, Francia plantea que haya policías entrenados para detectar este tipo de conductas sexistas y que puedan multar. "Es fácilmente perseguible, a efectos de prueba, porque existen a día de hoy muchísimos delitos que se persiguen y que se cometen en la intimidad, como por ejemplo delitos en el seno familiar. En este caso, la declaración de la víctima es suficiente para poder conllevar a la pena", detalla Carolina González de la Fuente, abogada penalista de 'IUS+AEQUITAS Abogados'.
La medida también tendría un efecto disuasorio, según los expertos. "En el futuro, si va a recibir una sanción o entra en un procedimiento penal, se lo va a pensar", considera Besteiro. Bélgica fue pionera en imponer sanciones económicas al acoso callejero. Fue en 2014. A este país se han sumado Portugal, Perú, México o Estados Unidos. En España, la Comisión de Igualdad del Congreso también estudia medidas para acabar con este tipo de acoso.
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