En la era de las redes sociales, donde la estética lo es todo, surge una nueva moda que está arrasando en plataformas como Instagram y TikTok: el fridgescaping. Esta peculiar tendencia invita a decorar el interior del frigorífico con girnaldas, jarrones, espejos e incluso luces LED, como si de una vitrina de arte se tratara. Ya no se trata solo de organizarlo, sino de elevarlo a un nivel casi barroco, con fruteros, orquídeas frescas y hasta casitas de elfos.
Aunque para muchos resulte incomprensible o excesivo -y más si apenas logran hacer que quepa la compra semanal-, el fridgescaping, también conocido como 'Fridgerton' por una conocida tiktoker, ha generado popularidad. Algunos lo ven como una manera divertida de personalizar su hogar, pero esta tendencia también ha sido pariodada y criticada, especialmente por expertos en salud alimentaria.
El tecnólogo de alimentos Jorge Jaldón advierte que decorar el interior del frigorífico no es solo impráctico, sino potencialmente peligroso: "No hay una correcta circulación del aire, lo que puede provocar contaminación cruzada. El orden en una nevera es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria". Y es que etre tanto adorno, las frutas y verduras podrían mezclarse con productos crudos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades.
A pesar de sus inconvenientes, el fridgescaping sigue ganando adeptos. Mientras en España nos conformamos con los clásicos imanes de catedrales y la torre de yogures apilados, en el resto del mundo algunos están levando la decoración del frigorífico a extremos impensables. ¿La moda se mantendrá o caerá pronto en el olvido? Solo el tiempo lo dirá, pero, por si acaso, quizás sea mejor dejar las guirnaldas para el salón.
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