Arranca el juicio
"Fue una masacre": los testigos del atropello en la boda de Torrejón descartan la huida y acusan al conductor de embestir con intención
Los detalles "Iba muy rápido y nadie pudo escapar", declararon testigos del atropello mortal que dejó cuatro muertos y nueve heridos graves. Según los familiares, 'el Portugués' realizó "un acelerón muy brusco" directo hacia los asistentes tras una pelea en la boda.

Resumen IA supervisado
Durante el juicio por el atropello múltiple en una boda en Torrejón de Ardoz, conocido como 'el Portugués', el acusado escuchó los testimonios desgarradores de los familiares de las víctimas. Cuatro personas murieron y nueve resultaron heridas gravemente en lo que se describe como un ataque deliberado. El padre del novio, que perdió a su madre y a un hermano, lo calificó como una masacre. La defensa sostiene que el acusado actuó en defensa propia, pero la acusación rechaza esta versión, afirmando que no hubo indicios de amenaza alguna.
* Resumen supervisado por periodistas.
Con el rostro serio y cabizbajo, el acusado —conocido como 'el Portugués'— ha escuchado este martes los desgarradores testimonios de los familiares de las víctimas del atropello múltiple que tuvo lugar durante una boda en Torrejón de Ardoz (Madrid). Cuatro personas murieron y nueve resultaron heridas graves, en lo que los testigos califican como un ataque deliberado. "No fue una huida, fue una masacre", declaró el padre del novio, que perdió a su madre y a un hermano en el suceso.
"Mi hijo me gritó: 'Papá, que me muero'. Me tiré al suelo y vi que tenía la pierna y el pie destrozados. Fui a por mi mujer, que estaba inconsciente, e intenté ver si respiraba. Al lado estaba mi hermano, luchando por su vida... Hasta que se fue al cielo", relató con la voz entre cortada ante la jueza. A la pregunta de la Fiscalía sobre si hubo tiempo para avisar a los invitados, fue rotundo: "Nada, en absoluto. Fue intencionado y eso no se avisa. Nadie puede imaginar una reacción tan macabra".
El abogado de la acusación, Jaime Sanz Bremond, insistió en que el coche "embistió sin dar la oportunidad de que nadie pudiera escapar". Entre los asistentes, según explicó el abuelo del novio, —quien perdió a su mujer y a un hijo—, había más de un centenar de personas en la puerta del local. "El coche venía fuerte, iba 'boom, boom', muy rápido, llevándoselos por delante. Yo sentía los porrazos", dijo aún con incredulidad.
Rocío, madre de un menor de 17 años fallecido en el atropello, rompió a llorar al recordar el momento: "Vi cómo volaba mi niño. Había mucha sangre. Yo pedía ayuda, le limpiaba la sangre de la boca, del oído, de la cabeza...".
La defensa del acusado, para quien la Fiscalía solicita 200 años de cárcel, sostiene que su cliente actuó en defensa propia porque creía estar en peligro. "Mi defendido estaba huyendo", argumentó Paloma García, su abogada. Sin embargo, Juanma Medina, otro de los abogados de la acusación, descartó esa versión: "No hay ni un solo indicio de que se produjera un tiroteo o una amenaza que justificara esa conducta".
La tragedia se produjo en cuestión de segundos y ha dejado una huella imborrable en las decenas de familias que celebraban una boda y acabaron envueltas en el horror.