Unas mil personas trabajaban en la fábrica de Campofrío, en la mayoría de los casos familias enteras y de varias generaciones para las que el incendio es una auténtica tragedia. Tras un día de intensas reuniones sobre su futuro, de momento, los empleados pasan a situación de licencia retribuida aunque no saben durante cuánto tiempo y luego tendrán que negociar cómo pasar al desempleo. La empresa se ha comprometido a volver a levantar la planta y tenerla operativa antes de dos años.