Los ganaderos de la ternera gallega suprema se han puesto en huelga tras un año de protestas, por los precios a los que se les paga el kilo de carne y han dejado de suministrar género a los mataderos. Situación, que lejos de verse solventada, ha culminado con un recorte de precios, mientras que los costes de producción han aumentado. "Entre 40 y 50 céntimos del precio que teníamos el año pasado", asegura Santiago Rego, presidente de la Asociación Gandeiros Galegos de Suprema. Piden que se pacte un precio justo.

Cada vez quedan menos ganaderos en Galicia, y como comenta Óscar Martínez, ganadero de ternera Gallega Suprema "quedamos cuatro gatos. Cómo le vas a decir a la gente que tiene niños pequeños que se quede con lo que está pasando". Martínez recuerda que generaciones anteriores recibían mejores pagos por su producto "mi padre y mi abuelo iban al mercado y vendían el producto a 1000 pesetas, que son seis euros. Hoy no llega ni a eso". Versión que corrobora Rego, que estima que el recorte de los precios se sitúa "entre 40 y 50 céntimos del precio que teníamos el año pasado".

Sin embargo, mientras que a ellos se les paga a 5,80 euros el kilo de carne, en los supermercados, el precio oscila entre los 15 y 30 euros, "hay mucha diferencia entre el consumidor y el productor. Estamos en precios de hace 20-30 años", apunta Rego. Pero mientras ellos cada vez reciben menos por su producto, los costes de producción han aumentado "el saco de pienso no te digo triplicar, cuadruplicar, el gasto en maquinaria es una auténtica animalada", asegura Martínez.

Por eso se han plantado, hasta que no se pacte un precio justo que les permita seguir produciendo una de las mejores carnes de España.