El Gobierno permitirá la instalación de placas fotovoltaicas en los embalses de titularidad estatal. Estas instalaciones sólo podrán ocupar entre un cinco y un 15% de la superficie total de los embalses y no podrán estar colocadas más de 25 años. De hecho, los embalses debido al agua y la falta de polvo constituyen un ecosistema perfecto para este tipo de estructuras.

La de Sierra Brava en Badajoz es la primera planta fotovoltaica flotante de España, formada por más de 3.000 paneles que producen la energía que necesitan más de mil hogares. Tal y como explica Asún Padrós, gerente de proyectos de innovación de Acciona: "Como ventaja es que al estar en el agua se enfría la placa y produce más energía que en tierra".

También supervisan estas instalaciones los expertos ecologistas para comprobar que no afecta a la vida de las aves de la zona. Marcelino Cardagallet, delegado de Birdlife Extremadura asegura que la "presencia de estos proyectos pueden no tener un impacto significativo más allá de todas las instalaciones complementarias que eso si que habría que analizar bien”.

El municipio de Zorita, en Extremadura, ha sido el primero en instalar el proyecto piloto, que según Gema María Izquierdo, arquitecta técnica municipal del Ayuntamiento de Zorita: "Estamos orgullosos de que haya sido Zorita la localidad elegida para implementar una nueva tecnología que va a ser susceptible de ser aprovechada en muchas circunstancias"

Aunque, algunas comunidades han mostrado su rechazo a estas instalaciones, como es el caso de Aragón, que en palabras de su presidente, Jorge Azcón: "Vamos a estar radicalmente en contra de que haya placas fotovoltaicas en los embalses lo que queremos es agua".

Y no han sido los únicos, algunos municipios de la zona aseguran que este tipo de plantas pueden perjudicar a su atractivo turístico, como afirma el alcalde de Castuera y presidente de la Asociación Provincial de Embalses de Badajoz, Francisco Martos: "Nos interesan otro tipo de actividades, otro tipo de usos para ese recurso hídrico"

Pese a que Extremadura ha tomado la delantera en España, no es un proyecto innovador, ya que en Europa, países como Italia y Holanda ya los han implementado.