Otro verano más, nos enfrentamos al desabastecimiento de medicamentos, que ha crecido un 27%. Ya en agosto de 2023 alcanzó su cifra más alta: faltaron más de 900 presentaciones, casi un 4% de todas las presentaciones disponibles. Entre las causas, está que los laboratorios prefieren vender a países que pagan más. La mayoría de fármacos se pueden sustituir, pero hay algunos que no, y esto genera un grave problema para los enfermos crónicos.

En el caso de Carlos Solas, la patología crónica que tiene le obliga a tomar una medicación a diario. "La esofagitis me provoca todo el rato una sensación en la zona del pecho de atragantamiento. El alimento se me queda paralizado", expresa. Para evitar esto, le recetaron Jorveza, que es, según cuenta, "el único tratamiento" que le queda por probar.

Sin embargo, conseguirlo en farmacias es un reto casi imposible: "Tienes que esperar mínimo un mes o un mes y medio a que puedan traerlo". Esta situación agrava mucho las consecuencias de su enfermedad, la esofagitis eosinofílica. "Si no lo tienes, vuelve la inflamación al esófago", lamenta.

En este sentido, Beatriz Collado, vocal de alimentación y nutrición del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, alerta de que "si una persona no puede tomar un tratamiento, puede tener las consecuencias negativas que implica el no tener que tomar ese medicamento". Según datos de la Agencia Española del Medicamento, en el segundo semestre de 2023, de los 15.000 medicamentos existentes en España, un 4,28% presentaban algún tipo de problema de suministro.

Entre las principales causas de ese desabastecimiento, general o puntual, está la falta de capacidad de los laboratorios para poder producirlos, o el aumento de la demanda; y esto ocurre con productos menos comunes, como Jorveza, que España compra al extranjero, pero también con aquellos de uso más general, como el Lexatin: "Ahora tengo, pero llevamos desde Navidad que, puntualmente, no conseguimos Lexatin", señala Beatriz Collado.

Muchos pacientes temen no poder disponer de su medicación, y más ahora, ausentes por vacaciones. Por ello, desde las farmacias piden poder dispensar, de manera excepcional, ciertos medicamentos, y ayudar también a liberar al sistema sanitario.