Se hacían pasar por una agencia, robaban las fotos de sus webs a otros operadores turísticos y las ofertaban como propias. Era el 'modus operandi' de una banda desarticulada por la Guardia Civil en Fuerteventura, dejando hasta 70.000 euros estafados, ocho detenidos y al menos 60 afectados.
La investigación comenzó a finales de julio, cuando los agentes empezaron a recibir varias denuncias. Se escondían detrás de la red, en páginas web y perfiles en varias redes sociales.
Cuando los contratantes llegaban al inmueble dispuestos a disfrutar de unas merecidas vacaciones, se encontraban con las villas ya ocupadas por otros turistas que las habían alquilado.
Otras veces modificaban las condiciones de la reserva apenas horas antes de la entrada. Los estafadores ofrecían dos posibles alternativas: otro complejo de menor entidad o, en el peor de los casos, dejaban sin alojamiento a las víctimas.
El caso ya está en manos del Juzgado de Instrucción de Puerto del Rosario.