Un guardia civil fuera de servicio logró evitar un accidente de autobús que podría haber acabado en tragedia con su rápida reacción, después de que el conductor se desvaneciera cuando cubría el trayecto entre Madrid y Cádiz.
El vehículo, con 17 pasajeros a bordo, quedó sin control y colisionó por raspado contra el guardarraíl de protección de la autovía. Sin embargo, según ha informado la Guardia Civil, el incidente "no acabó con un resultado nefasto gracias a la intervención de algunos pasajeros que actuaron rápida y decididamente para evitar una catástrofe".
Los hechos tuvieron lugar el pasado lunes a las 18:35 horas, cuando el autobús de línea circulaba a la altura del kilómetro 255 de la autovía A-4 del término de Santa Elena, en Jaén, en dirección hacia Cádiz.
Los viajeros más próximos al conductor comenzaron a gritar pidiendo socorro al comprobar que se había desmayado y que el autobús quedaba sin control, pero la reacción inmediata de uno de los pasajeros, un guardia civil del Destacamento de Tráfico de Móstoles (Madrid), fue decisiva para que el siniestro se saldara sin víctimas.
El agente, al percatarse de lo que sucedía, se dirigió al puesto de conducción y, con la ayuda de otro pasajero, apartaron al conductor para hacerse cargo de los mandos, consiguiendo controlar el vehículo y conducirlo con éxito hasta la salida más próxima de la autovía, evitando así el posible siniestro, que se saldó finalmente solo con leves daños materiales en el vehículo.
El conductor, por su parte, fue trasladado urgentemente al Hospital San Agustín de Linares, donde tras una primera exploración fue dado de alta. Tras la instrucción de diligencias por parte de la Unidad de Investigación de Seguridad Vial del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Jaén, la empresa de transportes habilitó a otro conductor, que continuó el viaje en el mismo vehículo.