Sandra, la exnovia de 'El Melillero', presuntamente rociada con ácido por el joven, que hoy mismoha sido condenado a dos años de prisión por una causa diferente, ha hablado primera vez ante el juez tras el ataque.
Durante casi cuatro horas, la joven narró cómo fueron los sucesos de ese 12 de enero, ante la atención de la titular del Juzgado de Violencia de la Mujer 3 de Málaga. En el banquillo, la víctima contó cómo fue la agresión, que sufrió junto a su amiga Cristina, y qué tipo de relación tenía con el joven, dando muestra de la brutalidad del momento.
"Todo pasa muy rápido, noté el líquido, el acido, cómo me quemaba. Salí del coche y me quité la ropa", relata. En este sentido, en una declaración que no pudo hacer hasta este lunes, debido a que su estado físico se lo impedía, Sandra ha detallado cómo vivía en una situación de maltrato desde hacía meses: "Ya estaba la cosa mal. En diciembre sufrí un episodio tremendo: me cogió el móvil, y yo cogí un cuchillo como mecanismo de defensa. Se acercó, forcejeamos y me corté", expresa.
Con respecto al momento del ataque, la joven resalta el porqué de la agresión, e incide en que, desde el primer momento, la intención era lastrar su físico y acabar con su vida: "Quería destruirme físicamente, que nadie me pudiera mirar. Quería hacerme sufrir, matarme haciéndome sufrir", lamenta.
Sigue la investigación
La víctima llegó al juicio todavía con quemaduras por el brutal ataque, que abrasó hasta el 20% de su cuerpo y que la llevó a estar ingresada en la Unidad de Quemados del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde sobrevivió al rociamiento, efectuado con un bote de ácido sulfúrico.
Además de 'El Melillero', hubo otro detenido, que también fue arrestado como presunto autor del ataque. En su declaración, Sandra recuerda que su expareja se reía mientras le caía el ácido. Según la investigación de la Guardia Civil, los acusados siguieron el coche de Cristina hasta la localidad de Cártama, en Málaga.
Así, alcanzaron a las dos chicas en un paso de peatones del municipio, momentos antes de que se produjese el ataque. Este miércoles, el joven ha sido condenado a 2 años de cárcel por amenazar a punta de pistola a un camarero. Asimismo, se le ha impuesto la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros a la víctima en cualquier lugar, incluido dicho establecimiento de ocio, durante un periodo de tres años.