Mayte, la madre que asegura haberse llevado una paliza por defender a su hijo autista de los insultos de un hombre, ha relatado a laSexta cómo fue ese fatídico día, en el que su única intención era divertirse en el Parque de la Warner, en Madrid, para celebrar el día de la madre.
Concretamente, la progenitora cuenta cómo en una montaña rusa tuvo el primer encontronazo con el agresor. Él iba acompañado de su familia y acusó al pequeño de colarse, razón por la que le explicaron que su hijo, autista, tenía prioridad para pasar por la cola de discapacidad. Ante esto, Mayte explica cuál fue la reacción del hombre: "¿Prioridad de qué? ¿Qué tiene, incapacidad de mongolito?", recuerda que propinó, en un tono muy ofensivo.
El pequeño, al reencontrarse con su madre, se lo contó inmediatamente: "Me han insultado, el señor, mamá…", indica que le espetaba. La cuestión es que, unos pocos minutos después, señala la madre, volvieron a encontrarse con el mismo hombre. El niño, con temor, no pudo evitar advertir a su madre: "Mamá, ese es el señor que me ha dicho mongolito. Mamá, que no te haga nada ese señor", lanzaba.
Ante la situación, Mayte decidió encararse con él, y recuerda: "Le dije: mire, yo soy la mamá del niño del que se ha reído. Tiene una discapacidad". Al momento, ella asegura que la agarró del pelo y, de un golpe, la dejó inconsciente. "Fue en la salida de la atracción de la Loca Academia de Policía, que es una acera. Ahí fue cuando me lanzó... no sé cuántos metros me lanzaría", lamenta.
Mayte terminó con el labio partido, los pantalones rotos, un esguince cervical y en el hospital. Y lo peor, subraya: su hijo tiene miedo y aún se siente culpable: "Mamá, ¿han metido a la cárcel a ese señor?", dice que le pregunta. "Mi hijo dice que es su culpa todo", añade.
Ahora, la madre ha denunciado a su agresor y el caso está en los juzgados. Pero el recuerdo de ese día ya ha convertido la experiencia en imborrable, aunque no como ellos imaginaban. De celebrar un 2 de mayo, a terminar en el hospital. Ahora, queda acudir a la Justicia, admiten con resignación.