Por primera vez desde su salida, ha hablado Sor María Amparo, la monja clarisa de Belorado que abandonó la comunidad después de que renunciaran a la tutela eclesiástica para seguir los pasos de Pablo de Rojas Sánchez-Franco.

En una entrevista realizada para 'Diario de Burgos', Sor María Amparo explica cuándo fue su renuncia tras 20 años en Belorado, provocada por la decisión de Pablo de Rojas: "Cuando vi el plan que nos proponía el señor Pablo de Rojas. Nos dicen que vayamos al locutorio a las 16:30 de la tarde y se presenta diciendo que es obispo de no sé qué. Y dice 'desde ahora, yo soy el superior, el que manda en la comunidad, y ustedes están bajo mi jurisdicción'. Y yo me levanté y le rebatí bastante".

"Estuvo intentando convencerme, pero estuve muy firme. Le dije también que no era lícito plantear este asunto sin haber tenido una reunión del capítulo, y me dijo que era una decisión que 'estaba tomada desde hacía mucho tiempo y que todas estaban de acuerdo'. Yo le dije que Sor Pilar y yo no sabíamos nada, y las mayores tampoco, y me respondió que, con que hubiera una mayoría era suficiente. Al final, me dijo que, si yo no aceptaba estar bajo su jurisdicción, tendría que marcharme. Así de tajante", ha añadido.

Además, Sor María Amparo ha denunciado que no pudo despedirse de las hermanas mayores: "He estado tres días sin misa y sin nada, y decidí que así no se podía estar. He sufrido una vigilancia total para que no pudiera hablar con las hermanas mayores. No me han dejado despedirme de ellas. Igual ni saben que ya no estoy allí. Fue una decisión firme, tenía que salir. Sobre todo, para no pertenecer a esta secta, por nada del mundo. En ese ambiente ya no se podía estar".

Sí se pudo despedir del resto de hermanas, de las que no puede garantizar cuál es su opinión real al respecto de esta situación: "No lo sé, porque no manifestaban nada. Parece que para ellas es normal, que están contentas, pero no he podido hablar con ellas de este tema, en absoluto".

Sobre Pablo de Rojas, Sor María Amparo asegura que la primera vez que lo conoce en persona es cuando les comunica el abandono de la tutela eclesiástica: "Lo vi por primera vez el domingo día 12 en el locutorio. Hace unos años lo vi en una revista, y me pareció, con perdón, un fantoche, como dijimos muchas, al ver aquello".

Y por último, también tiene dudas con que 'don José' sea sacerdote: "No sé si lo será, pero lleva 'coronilla' y todo. Lo que sí quedó claro es que desde ahora las monjas tendrán capellán de su secta o lo que sea".