"Tenemos sentimientos de abandono y frustración. Nos sentimos mal porque se nos ha muerto una persona en nuestras manos y eso se nos va a quedar para toda la vida", ha señalado uno de ellos, para recalcar que volvería a actuar de la misma forma "una y mil veces".
Los dos agentes han relatado en una entrevista radiofónica su testimonio de los hechos y que cuando patrullaban en las inmediaciones de la calle Embajadores vieron mucha gente "con alteración" y que con gestos les llamaban para auxiliar al ciudadano senegalés fallecido.
Ya en la calle Oso, apreciaron cómo Mbaye tenía un paquete de tabaco y de pañuelos en la boca porque al parecer había sufrido una especie de ataque epiléptico.
Por ello, pidieron la presencia de los servicios sanitarios de emergencia y comprobaron que tenía poco pulso, pero que lo perdió enseguida. En consecuencia, realizaron maniobras de reanimación.
Así, han explicado que la primera persona que les pidió ayuda para socorrer a este mantero "siempre ha mantenido" que se lo encontró en la calle y que le pidió que le acompañara a casa porque se encontraba muy mal, desvaneciéndose cuando se encontraban en las inmediaciones de la vivienda.