Según han informado fuentes de la investigación, el hallazgo se produjo en la misma finca donde fue encontrado el tronco, detrás de una nave propiedad del supuesto asesino José Miguel B.V., ya en prisión.

Los agentes de la Policía Judicial del Instituto Armado han hallado bien conservados, en cuatro fosas y separados, la cabeza, las manos, las piernas y los brazos, cubiertos de cal.

En un principio, José Miguel, carnicero de esa localidad, dijo que había tirado el cuerpo a un muladar, luego confesó que había enterrado el tronco y más tarde que el resto del cuerpo lo había despiezado para las raleas de perros del pueblo.

Sin embargo, ahora la Guardia Civil ha comprobado que enterró todo el cuerpo aunque despiezado. José Miguel asesinó a Carolina, embarazada de siete meses, el 30 de septiembre, pero el crimen no se desveló hasta 23 días cuando el propio presunto asesino se puso en contacto con el exmarido de la víctima para que fuera a recoger a sus hijos, que vivían con su madre.