Portavoces del Departamento Correccional confirmaron que Dozier, de 48 años, fue hallado muerto, al parecer por suicidio, en la celda individual que ocupaba en la prisión de Ely, ubicada a unos 390 kilómetros al norte de Las Vegas.

Arrestado por dos asesinatos, uno en Arizona y otro en Nevada, y condenado a la pena capital en 2007, Dozier había pedido en más de una ocasión que se le aplicará la inyección letal porque no quería pasar el resto de su vida en prisión y para ello había renunciado al proceso de apelaciones.

Su ejecución había sido programada hasta en dos ocasiones y en ambas fue postergada por decisiones judiciales, una situación que lo llevó a intentar quitarse la vida en más de una ocasión durante los últimos meses, según oficiales del presidio.