Con una niña en brazos, escapa de las llamas Nicholas Bostic. Una vez a salvo, se tumba y con dificultades para respirar termina su acto heroico. Tiene 25 años, es repartidor de pizza y al ver, en su último reparto, una casa en llamas, no dudó en entrar.
"Parecía el infierno, si te puedes imaginar cómo es el infierno", asegura el pizzero en el vídeo superior a estas líneas. A gritos, trató de descubrir cuánta gente había en la casa. Nadie respondía y cuando iba a salir, vio a una joven con tres niños. Una vez fuera, le dijeron que faltaba una niña de seis años así que Bostic, volvió a entrar.
"Respiré hondo, me metí dentro, cerré los ojos y me guié con las manos. Escuché de dónde venía el llanto de la niña, fui a por ella y la cogí en brazos", relata lo ocurrido. La agarró fuerte, rompió una ventana del segundo piso y saltó con ella en brazos.
Cuando llegaron bomberos y policía, él ya había sacado a todos. 15 minutos le bastaron para sacar a los cinco niños y convertirse en el héroe de esa familia y de todo Indiana. Ahora, Nicholas, se recupera de las quemaduras sufridas